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Se ha de ser extremadamente cuidadoso y vigilar continuamente la evolución de nuestras plantas ya que estas plagas pueden acabar con ellas. Vamos a enumerar algunas de las plagas más comunes que nos podemos encontrar.

La araña roja, es la plaga más destructiva de todas, y puede acabar con nuestras plantas en cuestión de días si no se pone remedio. Su hábitat preferido son las altas temperaturas y una baja humedad. Generalmente, estos ácaros empiezan atacando las hojas inferiores de la planta moviéndose hacia los brotes más tiernos.

El primer síntoma serán unas pequeñas  manchas amarillas en la parte superior de las hojas, estas manchas son mordiscos para extraer la savia. Se ha de actuar rápidamente, ya que se propagan con muchísima rapidez.

Un método preventivo es mantener un nivel de humedad en las hojas y regulando el riego, así  evitaremos esta plaga, pero si nuestra planta ya está infectada, entonces tendremos que usar métodos químicos para acabar con ellas. Deberemos utilizar sustancias activas como la abamectina, etoxazol, propargit o piridaben para evitar cualquier tipo de resistencia.

La mosca blanca, al igual que la araña roja, también encontraremos este pequeño insecto en la parte inferior de las hojas, y su aparición se debe a una temperatura alta y a una humedad elevada. Sus mordiscos provocan la clorosis y la necrosis de las hojas. También buscan la savia de nuestras plantas pero dejan unas marcas más blanquecinas y más grandes que el ácaro anterior.

Uno de los métodos más eficaces, es fumigar con aceite de Neem, o bien, jabón potásico, pulverizando, más o menos, cada cinco días hasta su completa eliminación.

Orugas, esta plaga, es exclusiva de plantas que están en el exterior, son altamente voraces, comiéndose las hojas enteras sin que nos demos cuenta, y son doblemente peligrosas ya que sus excrementos son la causa de la aparición del hongo gris o botrytis.

Estas orugas, se esconden dentro de los cogollos y se los comen por dentro, sobretodo durante la floración, en ese caso la única solución es tirar los brotes afectados.

Estas orugas se pueden retirar con las manos, aunque también, se puede hacer un spray casero con una infusión de pimiento picante y ajo. También se puede aplicar un producto repelente,  mata huevos, y larvas de mariposa. Se recomienda no aplicar en los últimos 15 días antes de la cosecha para que se eliminen los posibles restos del tratamiento.