¿Sabéis qué es la clorosis? ¿Os ha sucedido alguna vez? ¿De repente las nuevas hojas se vuelven amarillas?

La clorosis es la falta de pigmento verde, clorofila, y generalmente es debido a una deficiencia de hierro.

Tal como comentamos anteriormente, si el pH no es el adecuado podemos tener problemas y éste genera la clorosis, ya que si el pH del sustrato está por encima de 6,5, la absorción de hierro se bloquea, y se vuelve más acusado cuando el pH está por encima de 7.

La falta de hierro se diferencia con una carencia de magnesio, en que, la falta de hierro afecta a las hojas nuevas, es decir, las superiores e interiores. Y una falta de magnesio, afecta a las hojas más antiguas y de más abajo.

Si utilizamos estiércol puro de pollo, éste tiende a elevar el pH del suelo, interfiriendo en la absorción del hierro por las raíces y bloqueándolo aún más. De este modo el hierro está presente en nuestro sustrato pero bloqueado y nuestra planta sin poder tener acceso a los nutrientes. En este caso, lo mejor es replantar con un sustrato totalmente equilibrado.

Otro problema que podemos encontrarnos es que el pH sea correcto pero nuestra planta tenga una deficiencia de hierro, en este caso, podemos agregar un suplemento de Hierro, Magnesio y Calcio ya que los tres trabajan mano a mano.

Es mejor regar nuestras plantas con agua del grifo que con agua filtrada o de ósmosis inversa ya que se elimina cualquier mineral que pueda haber en ella, y es más fácil que aparezca un déficit de hierro y por consecuencia la clorosis.

Dicho lo anterior, nos hemos de asegurar que la carencia de hierro empiece a retroceder en más o menos una semana, y muy importante, ser pacientes, ya que el hierro fluye lentamente a través de la planta. Las hojas amarillas, si han sufrido mucho daño, puede que no se recuperen nunca, pero hemos de vigilar el nuevo crecimiento, y si es de color verde, lo habremos solucionado.