Uno de los momentos más críticos es cuando se realiza un trasplante tras el asemillado desde semilleros individuales o bandejas con alvéolos a la tierra definitiva. Os vamos a enumerar una serie de errores bastante comunes.

1-Antes del trasplante seguir regando como se ha hecho habitualmente. Lo mejor es que unos días antes del trasplante riegues ligeramente para poder extraer fácilmente la planta de su ubicación. Bien sea apretando la maceta con las manos desde el exterior, si es de plástico, o bien con herramientas alargadas para poderlas desmoldar sin causar daños. Nunca se le ha de dar la vuelta a la maceta para extraer la planta.

2- No hacer una criba y trasplantar las mejores. Es importante elegir a las mejores para asegurarnos de que sobrevivirán y harán una mejor producción. Además de esto se han de elegir las que no tengan las hojas agujereadas o deformadas, ya que pueden tener algún tipo de plaga que las haya debilitado y que además puede atacar a las demás todavía sanas.

3- Cuando sacamos las plantas de su semillero limpiar la tierra adherida. Es un error muy común y que nunca hemos de hacer ya que puede romper las raíces tan frágiles, además de quitar los posibles nutrientes que estén adheridos.

4- Trasplantar a cualquier hora del día. Los trasplantes se han de realizar al atardecer o con el día nublado, ya que es un momento muy estresante para nuestras plantas y podrían no recuperarse de ese momento ya que podrían tener pérdidas de humedad importantes que ni siquiera con el riego posterior se recuperarían.

5- Dejar al sol las plantas recién trasplantadas. Es necesario que durante los días de adaptación al nuevo medio se haga de forma gradual, para esto, nuestras plantas han de estar protegidas del sol con algún tipo de sombra.

Recordar también que cada planta necesita su espacio para desarrollarse de forma idónea a la vez que sirve para no contagiarse de posibles afecciones.